domingo, 8 de mayo de 2016

Titanic

¿Qué es "Titanic" para nosotros?

Ojo, esto no es una bardeada hacia la película. Podría dar una opinión sobre que me pareció y decir que es una película aburrida, previsible, bla bla bla. Pero hay ciertas películas donde lo importante no es el film en si, si no, el contexto. 
¿Con quién la vimos? ¿En qué cine? ¿Fue nuestra primer película con un noviecito? ¿Fuimos persiguiendo a nuestro hermoso "Romeo" Leonardo Dicaprio?

Para mí... fue una de mis primeras decepciones y luego un recuerdo hermoso.

Estaba cursando el 7º grado de la primaria, y según investigué, para recordar un poco mejor la fecha, estrenó el 5 de febrero en Argentina. En marzo empecé el colegio y mi barrita de amigos organizó una salida, ir al cine a ver la película que aquí nos ocupa. La idea era salir del colegio, (salíamos a las 12), ir al cine en San Martín y despues ir  a comer a pizza libre. A mi entender, la mejor salida del mundo.
Llego a mi casa, le pregunto a mi mamá si me deja, y ella me da un rotundo no como respuesta. Yo pensaba...  ¿Por qué la vida era tan horrible? Tuve que guardar mi erroneo pensamiento de que ya era lo bastante independiente como para decidir estas cosas y enfrentarme a mi barrita diciendoles la verdad, que mi mamá no me dejaba...
Mi abuela, se enteró, y en un almuerzo en su casa. (Los adorados almuerzos que seguí haciendo durante años) me dijo que vayamos al cine las dos. Si yo no iba al cine, iba a tener que esperar un año hasta que la tuvieran en el videoclub del barrio "Paris Texas" y la alquilase.
Obviamente no quería ir con ella, quería ir con mi grupo de amigos. Pero tampoco quería quedarme sin saber de que hablaba mi barrita si nombraban la película. La única forma que encontré, fue ir con ella. Arreglamos para el siguiente día, después del colegio la pasé a buscar y fuimos a los cines de la calle Lavalle.
Recuerdo los pequeños fragmentos, de yo tocándole el timbre, ella bajando de su ph en un primer piso con su pequeña carterita y esas hermosas polleras largas hasta pasar las rodillas, con un tramado de cuadros (hermosa por donde se la mire). Nos fuimos a tomar el 105. No recuerdo el viaje, pero sí recuerdo que mi abuela era la que me guiaba a mi, porque el centro era un lugar inexplorado para alguien de 11 años.
Llegamos al cine, y vemos dos carteleras, las dos con la cara de Leonardo Dicaprio, en ese momento estaban dando "Titanic" y "el hombre de la máscara de hierro". Mi abuela antes de la sacar la entrada me pregunta "¿Estás segura de que queres ver Titanic?"
Entramos en la sala de cine. Una función a las 3 de la tarde, nos podemos imaginar que estaba bastante vacía. Allí estabamos sentadas, varios grupitos de chicas cerca nuestro, y yo recordando la bronca que tenía de no haber ido con mis amigas.
La película arranca y esas primeras escenas de falso documental, hacen que mi corazón de un vuelco.... Yo pensaba "Ahyyy mierda, a dónde  me trajo mi abuela", pasan los minutos de la película, y Dicaprio no aparece, empecé a pensar "no lo puedo creer, vinimos a ver la "Titanic" trucha... yo sabía que no tenía que venir con mi abuela al cine".
Obviamente... cuando finalmente nos damos cuenta que estamos viendo la película correcta, nos realajamos, al menos yo y pasamos un hermoso rato juntas.

Nunca le pregunté  a mi abuela sobre este hecho, sólo se que cada vez que dan esta película, me río por dentro, recordando a mi hermosa abuela Mirta que siempre se ocupó de ser mi compañera.

Cosas que uno piensa ahora, cuando ya es tarde... y no podemos preguntarle, si cuando empezó el falso documental, se le lleno la cabeza de preguntas o no... o cosas así.

A las personas queridas no se las olvida... se las tiene siempre presente en la memoria y en el corazón.