Recuerdos que me trae "Ese amigo del alma"
Tardes de recreo, mi vieja tipeando sin parar, anotando números y palabras que para mi no tenían sentido en
un papel usado que está debajo de su teclado. Se pasaba las tardes repitiendo siempre los mismos discos. Es hoy,
el día que lo recuerdo, no paré de tararear una canción que escuchaba en esas
tardes interminables de juegos y retos en el sillón-cama.
Creo que se el momento exacto donde empecé a odiar oír
tararear. Fue mi amiga de la infancia, que cuando se hacia la que estaba feliz,
tarareaba canciones sin inventar, que solo poseían ritmo en su cabeza. Como
detestaba que tarareara, aún siento como los pelos se me erizaban teniendo que
fingir una sonrisa, cuando por dentro deseaba que se detenga.
Tengo la suerte de tararear para adentro, no suelo cantar,
salvo que sepa que estoy sola. Un problema que tengo es que suelo hablar sola,
y eso también lo saqué de mi mamá. Cada vez me siento más parecida a ella.
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